11 jul 2019
Nº 81: Género y movilidad social: nuevos datos para Andalucía
Profesor Ayudante Doctor en Universidad de Sevilla
Profesor de Sociología en la Universidad de Sevilla

Nº 81: Género y movilidad social: nuevos datos para Andalucía

Manuel Herrera Usagre e Ildefonso Marqués Perales

Este trabajo se centra en el estudio de la movilidad social en Andalucía de mujeres y hombres, comparando la intensidad y los patrones de movilidad social de ambos sexos
Nº 81: Género y movilidad social: nuevos datos para Andalucía
Profesor Ayudante Doctor en Universidad de Sevilla
Profesor de Sociología en la Universidad de Sevilla

El documento de Actualidad ‘Género y movilidad social: nuevos datos para Andalucía', elaborado por los investigadores Manuel Herrera-Usagre (Universidad Pablo de Olavide) e Ildefonso Marqués-Perales (Universidad de Sevilla), es el estudio más reciente sobre movilidad social llevado a cabo en Andalucía. Basándose en datos de la ‘Encuesta Social 2017. Movilidad social en Andalucía', publicada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía en 2018, este trabajo estudia la movilidad social intergeneracional de la población activa de hombres y mujeres por encima de los 35 años, distribuida en dos cohortes: personas nacidas entre 1957 y 1969 y entre 1970 y 1982.

Entre las conclusiones más relevantes, en primer lugar, se constata que el efecto de la clase social de origen sobre el logro educativo, tanto para hombres como para mujeres, se ha reducido de una generación a otra. En esta línea, los investigadores llaman la atención sobre un nuevo efecto en la movilidad intergeneracional relacionado con el logro educativo: los años de educación de la madre son más importantes que los del padre a la hora de conseguir tener estudios universitarios, y es así tanto en el caso de los hombres como de las mujeres. En general, la educación sigue sirviendo como un ascensor social, si bien su efecto se reducido ligeramente en la última cohorte.

En segundo lugar, se ha comprobado cómo las mujeres han rentabilizado mucho mejor que los hombres la educación adquirida de cara a conseguir un buen puesto laboral, lo que ha llevado a una leve reducción del efecto de la clase social de los padres sobre la clase social de las hijas. Las mujeres, en especial en las últimas generaciones, parecen haber mejorado la rentabilidad de

sus estudios: las que provienen de las clases obreras tradicionales o de pequeños empresarios han conseguido superar a los hombres provenientes de estas mismas clases en el acceso a la clase más elevada, es decir, directivos y profesionales. Sin embargo, en lo que respecta a la evolución de las tasas brutas de movilidad social, se observa una ligera disminución de la importancia de la clase social del padre en el destino profesional de los hijos. 

No obstante, el patrón de intercambio de clases de padres a hijas que han mostrado las mujeres dista del de los hombres. A pesar de la mayor fluidez demostrada por las mujeres, los trabajos relacionados con los servicios, la administración y el comercio de baja cualificación han sido copados por ellas, en su mayoría provenientes de familias trabajadoras. Los hombres, por el contrario, han mostrado una mayor reproducción de las clases sociales de su ascendencia, en especial en las clases altas, en las clases obreras industriales y entre los pequeños propietarios.

 

 

Año
2019

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